Best Selling Books by Oliver Sacks

Jaký je vztah mysli a zraku? To je základní otázka, jež nás provází novými lékařskými příběhy Olivera Sackse. Jeden z příběhů knihy vypravuje sám autor, kdy deníkovým zápisem přibližuje svůj boj s rakovinou a zneschopňujícími následky částečné ztráty zraku po operaci oka. Dočteme se o jedincích, kteří mají dokonalý zrak, ale nepoznají své vlastní děti, o nevidomých, kteří se stávají hypervizuálními nebo kteří se orientují pomocí „zraku jazyka“ – ti všichni autorovi dávají podněty k zásadním otázkám, které míří ke kořenům některých velmi zvláštních paradoxů: Jak vlastně vidíme? Jak myslíme? Jak důležitá je vnitřní představivost? Jak to, že ačkoli psaní je staré pouze pět tisíc let, lidé se vyznačují univerzální, zdánlivě vrozenou schopností číst? Případové studie, podané typickým literárním a empatickým stylem, vypráví o lidech, kteří se byli nuceni po ztrátě údajně nezbytných smyslů, jako je řeč či zrak nebo schopnost rozeznávat tváře, čtení či vnímání trojrozměrného prostoru, adaptovat na radikálně nový způsob komunikace. Setkáváme se tak s koncertní pianistkou Lilian, jejíž potíže začínají ztrátou schopnosti číst noty, až je pro ni nakonec nemožné rozeznat každodenní předměty; s neurobioložkou Sue, která nikdy neviděla svět trojrozměrně a stereoskopické vidění získala až ve svých padesáti letech; s Pat, která se po dlouhých letech izolace stane vyhledávaným společenským člověkem, přestože trpí afázií a není schopna vyjádřit se celou větou, či s Howardem, úspěšným spisovatelem, před nímž leží nutnost nalézt způsob, jak nadále vykonávat svou profesi i poté, co mu mrtvice zničí schopnost číst.

Este libro relata la extraordinaria historia de un grupo de pacientes ingresados en el Hospital Monte Carmelo de Nueva York, supervivientes de la epidemia de encefalitis letárgica que alcanzó dimensiones planetarias en los años veinte del siglo pasado, y del asombroso «despertar» que experimentaron cuarenta años más tarde gracias al doctor Oliver Sacks, que les administró L-dopa, un medicamento de reciente aparición por aquel entonces en el mercado. Las anécdotas que cuenta de esa serie de pacientes son siempre conmovedoras, dan testimonio del valor con el que se enfrentaron a la enfermedad y a veces tienen connotaciones trágicas.

Con su pasión y curiosidad habituales, Oliver Sacks se interna en el insondable silencio de los sordos profundos, de aquellos que han nacido sin uno de los sentidos básicos para el conocimiento, para la articulación del lenguaje y, por ende, del pensamiento. Pero este viaje al país del silencio, como todos los que emprende Sacks, será una jornada llena de descubrimientos. Y el lector conocerá así la historia de los sordos, los estragos que han causado los «oralistas», los defensores del lenguaje oral frente al de señas, y sabrá de la existencia de una comunidad que existió durante más de dos siglos en Martha’s Vineyard, Massachusetts, y en la que había una forma de sordera hereditaria y todos aprendían a hablar por señas. Y así, los que podían oír eran «bilingües», y podían pensar y hablar de viva voz y también en el lenguaje de señas, y había un intercambio libre y pleno entre oyentes y sordos. Porque, para el autor, el lenguaje de señas no es una mera traducción de las lenguas habladas, sino un idioma único y alternativo, tan complejo, tan rico y tan efectivo para el pensamiento y la transmisión de la cultura como las diferentes lenguas de los oyentes. Una obra hermosa y conmovedora, un viaje fascinante al corazón de una tierra muy extraña y una provocativa meditación sobre la comunicación, la biología y la cultura.

El hombre que confundió a su mujer con un sombrero se convirtió inmediatamente en un clásico y consagró a Oliver Sacks como «uno de los grandes escritores clínicos del siglo» (The New York Times). En este libro, Oliver Sacks narra veinte historiales médicos de pacientes perdidos en el mundo extraño y aparentemente irremediable de las enfermedades neurológicas. Se trata de casos de individuos, aquejados por inauditas aberraciones de la percepción que han perdido la memoria, y con ella, la mayor parte de su pasado; que son incapaces de reconocer a sus familiares o los objetos cotidianos; que han sido descartados como retrasados mentales y que, sin embargo, poseen insólitos dones artísticos o científicos. Por extraños que parezcan estos casos, el doctor Sacks los relata con pasión humana y gran talento literario. Son estudios que nos permiten acceder al universo de los enfermos nerviosos y comprender su situación frente a las adversidades. Como gran médico, Oliver Sacks nunca pierde de vista el cometido final de la medicina: «el sujeto humano que sufre y lucha».

D Deux semaines avant de mourir, Oliver Sacks a décrit le contenu de l''ouvrage qu''il prévoyait de publier, Le Fleuve de la conscience. Ses indications ont été scrupuleusement suivies. Sacks montre dans ce livre qu''il n''est pas seulement un neurologue exceptionnel. Son interrogation s''étend ici à presque tous les domaines du vivant, qui le passionnent et l''intriguent. Mais, fidèle à sa manière personnelle, il les aborde par ce qu''ils ont de surprenant ou d''inattendu. Comment une plante " apprend "-elle ? Les souvenirs que nous tenons pour vrais le sont-ils forcément ? La conscience est-elle un flux continu ou une succession d''instantanés ? La science elle-même se montre sous un jour nouveau : Darwin s''avère être un botaniste original, Freud un neurologue novateur. Pourquoi tant de découvertes, que l''on qualifiera de prématurées, ont-elles été négligées ? Que se serait-il passé si on les avait acceptées en leur temps ? On s''aperçoit que le rôle du hasard est essentiel, et que la science, dans son développement, est contingente... comme la vie elle-même. Oliver Sacks a créé une nouvelle façon d''exposer et d''expliquer et d''interroger les découvertes scientifiques. On trouvera ici ce mixte de développement théoriques – toujours clairs –, de récits étonnants, et d''éléments biographiques qui fait le charme de son œuvre, où s''allient avec éclat la rigueur, la curiosité d''esprit, et le goût de l''exploration. Oliver Sacks (1933-2015) Neurologue, professeur à l''université Columbia, il est l''auteur de nombreux livres, notamment L''Éveil (1987), L''homme qui prenait sa femme pour un chapeau (1988), Des yeux pour entendre (1990), Un anthropologue sur Mars (1996), Musicophilia (2009) et L''Œil de l''esprit (2012). Traduit de l''anglais par Christian Cler

Oliver Sacks siempre se ha sentido atraído por las islas, esos «experimentos de la naturaleza, lugares benditos y malditos por su singularidad geográfica, que albergan formas de vida únicas». En su última obra, esta fascinación le lleva más lejos que nunca, a las remotas islas del Pacífico, donde concilia su afición a explorar el mundo real con su pasión por investigar el mundo de la mente. En esta ocasión abandona transitoriamente a los individuos y con herramientas no sólo de neurólogo sino también de antropólogo, investiga a grandes grupos de población que han sido condicionados por un defecto o una deficiencia física. En Pingelap y Pohnpei, dos diminutas islas de Micronesia, una proporción muy elevada de la población es completamente ciega al color. Sacks, acompañado por un oftalmólogo y por un científico noruego que también ve el mundo en blanco, negro e infinitos grises, visita las islas e investiga la influencia que esta peculiaridad de sus habitantes tiene sobre la vida cotidiana y cómo se refleja en su cultura y sus mitos. En Guam, otra isla del Pacífico, existe una enfermedad neurodegenerativa que ha sido endémica en los últimos cien años. El lytico-bodig, como la denominan los nativos, se presenta a veces como una parálisis progresiva, que convierte a quienes la sufren en estatuas humanas; en otras ocasiones sus síntomas son parecidos a los del síndrome de Parkinson, acompañado de demencia. A pesar de años de investigación, esta enfermedad continúa siendo un enigma. Una hipótesis, nunca probada, la atribuye al consumo de harina fabricada con las semillas de la cicadácea, un árbol cuyo origen se remonta a la prehistoria y que siempre ha fascinado a los botánicos. Pero "La isla de los ciegos al color" es mucho más que la intrigante exploración de dos enigmas médicos; es también la absorbente crónica del viaje por unas islas que siempre se nos han aparecido como remotas y misteriosas, visitadas por Darwin y ocupadas por los japoneses en la Segunda Guerra Mundial. Porque Oliver Sacks es la mejor prueba de que la casi siempre impenetrable división entre las artes y las ciencias podría no existir. Catedrático de neurología en una de las mejores escuelas de medicina, sus libros muestran un sólido y actualizado conocimiento científico pero también son narraciones apasionantes que atrapan al lector, y son siempre un vehículo para una audaz, original exploración de la condición humana.

Oliver Sacks slog igenom med boken "Uppvaknanden" som sedan blev en prisbelönt film med Robin Williams i huvudrollen. Hans bästsäljande bok "Mannen som förväxlade sin hustru med en hatt" rankades av tidningen Discover Magazine som en av de 25 bästa vetenskapsböckerna genom tiderna. Idag är forskningen om hjärnan glödhet,men Sacks såg något annat i hjärnan än bara neuroner och synpaser: han såg miraklet människan. I hans självbiografi "Alltid på väg" får vi möta människan, humanisten och yrkesmannen Oliver Sacks. Med energi och humor berättar han om barndomen, tiden som ung neurolog i 1960-talets USA och livsavgörande möten med patienter. Vi får lära känna hans familj, hans nära vänner och männen han varit förälskad i. En mästerlig självbiografi om en okonventionell neurokirurg som kom att förändra våra sätt att tänka om den mänskliga hjärnan.

Considerado uno de los grandes escritores clínicos del siglo, Oliver Sacks nos presenta en este libro siete casos neurológicos que constituyen una profunda reflexión sobre la esencia de la identidad y los mecanismos del conocimiento. Un pintor que tras un accidente de coche deja de ver el color; un cirujano cuyos continuos tics y convulsiones sólo remiten cuando opera o pilota su aeroplano; un hombre que tras toda una vida de ceguera recupera la vista sólo para darse cuenta de que no sabe ver; una profesora autista capaz tan sólo de tratar y comprender a los animales, y a quien la complejidad de las emociones humanas deja tan perpleja que se siente como «un antropólogo en Marte»: éstos son algunos de estos «relatos paradójicos» que nos presentan un aspecto de la existencia que nos sería imposible conocer sin esa anomalía denominada enfermedad. La tesis que mantiene el autor es que no se trata tanto de «curarse» de la enfermedad –pues algunas de las que aquí aparecen, como el autismo, el síndrome de Tourette, la acromatopsia, no admiten el concepto de curación– sino de aprender a vivir con ella, a pesar de lo grotescos que puedan ser algunos síntomas, de lo diferente que pueda sentirse el paciente respecto a los así denominados normales. En estas siete parábolas sobre la mutabilidad de la condición humana, Sacks demuestra otra vez su excepcional talento como narrador, su vastísima cultura y su capacidad para hacer que estos personajes a primera vista estrambóticos acaben pareciéndonos familiares y normales.

Un giorno, a New York, Oliver Sacks partecipa all’incontro organizzato da un batterista con una trentina di persone affette dalla sindrome di Tourette: tutti appaiono in preda a tic contagiosi, che si propagano «come onde». Poi il batterista inizia a suonare – e come per incanto il gruppo lo segue con i tamburi, fondendosi in una perfetta sincronia ritmica. Questo stupefacente esempio è solo una particolare variante del prodigio di «neurogamia» che si verifica ogniqualvolta il nostro sistema nervoso ‘si sposa’ a quello di chi ci sta accanto attraverso il medium della musica. Presentando questo e molti altri casi con la consueta capacità di immedesimazione, in Musicofilia Sacks esplora la straordinaria robustezza neurale della musica e i suoi nessi con le funzioni e disfunzioni del cervello. Allucinazioni sonore, amusia, disarmonia, epilessia musicogena: da quali inceppi nella connessione a due vie fra sensi e cervello sono causate? Come sempre l’indagine su ciò che è anomalo getta luce su fenomeni di segno opposto: l’orecchio assoluto, la memoria fonografica, l’intelligenza musicale e soprattutto l’amore per la musica – un amore che può divampare all’improvviso, come nel memorabile caso del medico che, colpito da un fulmine, viene assalito da un «insaziabile desiderio di ascoltare musica per pianoforte», suonare e persino comporre. Grazie alle testimonianze dei pazienti di Sacks ci troviamo così a riconsiderare in una nuova prospettiva appassionanti interrogativi, e assistiamo ai successi della musicoterapia su formidabili banchi di prova quali l’autismo, il Parkinson, la demenza. Dai misteriosi sogni musicali che ispirarono Berlioz, Wagner e Stravinskij, alla possibile amusia di Nabokov, alla riscoperta dell’«enorme importanza, spesso sottostimata, di avere due orecchie»: ogni storia cui Sacks dà voce illumina uno dei molti modi in cui musica, emozione, memoria e identità si intrecciano, e ci definiscono.

Das Vermächtnis eines großartigen Autors und Menschenkenners. Oliver Sacks hat mit seinen neurologischen Fallgeschichten Millionen Leser weltweit erreicht und ihr Denken verändert: Was auf den ersten Blick als krank oder abweichend erscheint, ermöglicht oft besondere Fähigkeiten der Wahrnehmung und des Fühlens. Und das sogenannte Normale ist meist fragwürdiger, als wir es gern wahrhaben wollen. Am 30. August 2015 starb Oliver Sacks in New York. In seinen letzten Lebensmonaten hat er eine Reihe von Aufsätzen geschrieben und veröffentlicht, in denen er über das Altern, über seine Krankheit, über den nahenden Tod nachdenkt - und in denen er seine Dankbarkeit ausdrückt für alles, was er in 82 Jahren erleben durfte. Es sind anrührende, meditative Texte über die grundlegenden Fragen von Leben und Tod, Glauben und Wissen. Auch über seine jüdische Herkunft und sein Verhältnis zur Religion legt Oliver Sacks Zeugnis ab. Und er beschreibt, warum die exakten Naturwissenschaften, vor allem das Periodensystem der chemischen Elemente, ihn zeitlebens fasziniert und begeistert haben. Illustriert mit Fotos von Oliver Sacks'' Lebensgefährten Bill Hayes.

Los lectores conocen a Oliver Sacks por sus fascinantes libros sobre los misterios de la mente a partir de asombrosos casos psiquiátricos. Ahora aplica su perspicacia y su humanismo al escrutinio de su propia vida. El autor acomete un ejercicio de introspección que nos permite descubrir una peripecia vital intensa y compleja. Habla en estas páginas de su marcha de Inglaterra dejando atrás a la familia y de su llegada a Estados Unidos; del momento en que le confesó a su madre su homosexualidad y de la airada reacción de ella; de la relación con su hermano esquizofrénico; de su primera experiencia sexual, en Ámsterdam, cuando un hombre lo recogió en la calle completamente borracho y él despertó a la mañana siguiente en la cama de ese desconocido; de su última relación sexual al cumplir los cuarenta y de su posterior celibato voluntario; del sexo y del amor como motores de la vida; de sus inicios como psiquiatra en un hospital en los años sesenta del pasado siglo y de sus cruciales investigaciones sobre una enfermedad olvidada; de las intensas relaciones con sus pacientes; de su abuso de las anfetaminas; de la amistad con los poetas Auden y Thom Gunn, y de su más fugaz relación con personajes como Robert De Niro, Robin Williams y Harold Pinter; de su afición a las motos y sus viajes nocturnos en una de ellas por el desierto de California; de otras aficiones como la halterofilia, el culturismo y la natación; y sobre todo de la aventura intelectual a la que ha dedicado su existencia y que ha divulgado en sus deslumbrantes obras. El resultado: una gran autobiografía, emocionante y desgarradamente honesta.

O que têm em comum o pintor que, em decorrência de um acidente, passa a enxergar o mundo em preto-e-branco, o rapaz cujas únicas lembranças se restringem ao final dos anos 60 e o exímio cirurgião tomado por todo tipo de tiques (verbais e físicos) na vida cotidiana? Para o neurologista Oliver Sacks, esses não são apenas casos clínicos extraordinários. Antes de mais nada, eles dizem respeito a indivíduos cujas vidas, pressionadas por situações-limite (por vezes trágicas, em geral dramáticas), podem nos ajudar a compreender melhor o que somos. Em Um antropólogo em Marte, Sacks confirma a originalidade de sua prosa, já consagrada em Tempo de despertar e O homem que confundiu sua mulher com um chapéu. Uma prosa que dá ao relato clínico a dramaticidade de um verdadeiro gênero literário.

Oliver Sacks evoca en este libro de memorias su niñez en Inglaterra. Cuando tenía seis años estalla la Segunda Guerra Mundial y es enviado, junto con su hermano Michael, a un internado en el campo. Cuatro años después, a su regreso a Londres, Michael enloquece, y Oliver encuentra su salvación personal en el mundo de la ciencia. Quien lo inicia es su tío Dave, «el tío Tungsteno», dueño de una fábrica de bombillas eléctricas. Y así, totalmente absorto en la física y la química, el adolescente va construyéndose un peculiar paraíso intelectual, donde sus héroes son Lavoisier, Marie Curie, Mendeleev y su tabla de los elementos...

Le syndrome de Gilles de la Tourette est-il héréditaire ? Qu’est-ce que la clupéophilie ? Comment appréhender les expériences de mort imminente ? Autant de questions abordées par Oliver Sacks dans Chaque chose à sa place. Qu’il parle de natation, des musées londoniens, de ses dissections de seiches, qu’il décrive des cas neurologiques ou aborde des sujets aussi variés que la vie extra-terrestre, les fougères et autres plantes de Park Avenue, c’est toujours avec le même précieux mélange d’érudition, de sensibilité et d’humour qu’il dépeint, explique ou théorise. Le lecteur découvrira l’homme derrière l’écrivain neurologue, un formidable pédagogue capable de nous passionner en toute chose.

I quattro scritti qui raccolti sono la lettera di congedo che Oliver Sacks ha voluto indirizzare ai suoi lettori, dapprima rendendoli partecipi delle proprie sensazioni di fronte alla soglia degli ottant''anni, e più tardi informandoli, con perfetta sobrietà, di essere affetto da un male incurabile. Ma non ci si inganni: sono pagine vibranti di contagiosa vitalità quelle che Sacks ci regala, dove più che mai si respirano freschezza, passione, urgenza espressiva. Come quando, riflettendo sulla vecchiaia, rivela di percepire «non una riduzione ma un ampliamento della vita mentale e della prospettiva»; o quando si ripromette, nel breve tempo che gli resta, di «vivere nel modo più ricco, più intenso e più produttivo possibile»; o quando racconta di aver visitato, fra una terapia e l''altra, il centro di ricerca sui lemuri della Duke University: «... mi piace pensare che, cinquanta milioni di anni fa, uno dei miei antenati fosse una piccola creatura arboricola non troppo dissimile dai lemuri odierni»; o quando, pochi giorni prima della morte, contemplando la sua vita dall''alto «quasi che fosse una sorta di paesaggio», ne rievoca i momenti essenziali: del tutto simile, in questo, a un filosofo da lui molto amato, David Hume, il quale, appreso di avere una malattia mortale, scriveva nella sua breve autobiografia: «È difficile essere più distaccati dalla vita di quanto lo sia io adesso».

«Dies ist Literatur, wie sie nur wenige, Freud vielleicht und C.G. Jung, schreiben konnten, und es ist zugleich sachliche Information.»«DIE ZEIT» über Oliver Sacks

Un peintre perd, à la suite d''un accident, la perception des couleurs ; un chirurgien, atteint du syndrome de Gilles de la Tourette, est en proie à des tics compulsifs, sauf quand il opère ; une autiste, pour qui le monde humain est incompréhensible, se spécialise dans l''étude des animaux. Les personnes atteintes de tels troubles neurologiques ressemblent, dit Oliver Sacks, à des voyageurs traversant d''inimaginables contrées. Sept de ces voyageurs sont présentés ici. Pour les comprendre, l''auteur ne s''est pas contenté de les recevoir ; il est allé à leur rencontre, et a partagé, pendant un moment, leur vie. Les sept histoires qu''il relate sont paradoxales, car elles montrent que les troubles neurologiques ne sont pas seulement des maladies - ils ouvrent des mondes nouveaux, certes étranges pour l''expérience commune, mais où se réalisent d''autres richesses, seulement potentielles chez l''homme normal. Le peintre qui a perdu la perception des couleurs va créer un monde artistique monochrome, à la beauté insolite et profonde ; et l''autiste continuera à se heurter aux arcanes de la socialité humaine - mais en s''y sentant, nous dit-elle, "comme un anthropologue sur Mars."

Oliver Sacks è un neurologo, ma il suo rapporto con la neurologia è simile a quello di Groddeck con la psicoanalisi. Perciò Sacks è anche molte altre cose: «Mi sento infatti medico e naturalista al tempo stesso; mi interessano in pari misura le malattie e le persone; e forse anche sono insieme, benché in modo insoddisfacente, un teorico e un drammaturgo, sono attratto dall’aspetto romanzesco non meno che da quello scientifico, e li vedo continuamente entrambi nella condizione umana, non ultima in quella che è la condizione umana per eccellenza, la malattia: gli animali si ammalano, ma solo l’uomo cade radicalmente in preda alla malattia». E anche questo va aggiunto: Sacks è uno scrittore con il quale i lettori stabiliscono un rapporto di tenace affezione, come fosse il medico che tutti hanno sognato e mai incontrato, quell’uomo che appartiene insieme alla scienza e alla malattia, che sa far parlare la malattia, che la vive ogni volta in tutta la sua pena e però la trasforma in un «intrattenimento da "Mille e una notte"». Questo libro, che si presenta come una serie di casi clinici, è un frammento di tali "Mille e una notte" – e ciò può aiutare a spiegare perché abbia raggiunto negli Stati Uniti un pubblico vastissimo. Nella maggior parte, questi casi – ma Sacks li chiama anche «storie o fiabe» – fanno parte dell’esperienza dell’autore. Così, un giorno, Sacks si è trovato dinanzi «l’uomo che scambiò sua moglie per un cappello» e «il marinaio perduto». Si presentavano come persone normali: l’uno illustre insegnante di musica, l’altro vigoroso uomo di mare. Ma in questi esseri si apriva una voragine invisibile: avevano perduto un pezzo della vita, qualcosa di costitutivo del sé. Il musicista carezza distrattamente i parchimetri credendo che siano teste di bambini. Il marinaio non può neppure essere ipnotizzato perché non ricorda le parole dette dall’ipnotizzatore un attimo prima. Che cosa vive, se non sa nulla di ciò che ha appena vissuto? Rispetto alla normalità, che è troppo complessa per essere capita, e tende a opacizzarsi nell’esperienza comune, tutti i «deficit» o gli eccessi di funzione, come li chiama la neurologia, sono squarci di luce, improvvisa trasparenza di processi che si tessono nel «telaio incantato» del cervello. Ma queste storie terribili e appassionanti tendono a rimanere imprigionate nei manuali. Sacks è il mago benefico che le riscatta, e per pura capacità di identificazione con la sofferenza, con la turba, con la perdita o l’infrenabile sovrabbondanza riesce a ristabilire un contatto, spesso labile, delicatissimo, sempre prezioso per i pazienti e per noi, con mondi remoti altrimenti muti. Questo è il libro di un nuotatore «in acque sconosciute, dove può accadere di dover capovolgere tutte le solite considerazioni, dove la malattia può essere benessere e la normalità malattia, dove l’eccitazione può essere schiavitù o liberazione e dove la realtà può trovarsi nell’ebbrezza, non nella sobrietà». "L’uomo che scambiò sua moglie per un cappello" è stato pubblicato per la prima volta a Londra nel 1985.

A L''home que va confondre la seva dona amb un barret Oliver Sacks ens planteja un conjunt de relats amb colla de personatges rars, sorprenents i curiosos com a protagonistes: un home que camina inclinat com la torre de Pisa i es fa fer unes ulleres amb un nivell de bombolla per poder mantenir-se recte, una dona que no té cap sentit del propi cos i que acaba caient desplomada, un prestigiós músic que té agnòsia visual i arriba a confondre la seva dona amb un barret, etcètera. Tots ells són pacients d''Oliver Sacks, que ens condueix amb destresa per les zones inexplorades i més desconegudes de la ment humana.

Uma investigação pessoal e profissional sobre os efeitos e causas das alucinações, por um dos maiores especialistas na mente humana de nosso tempo. Você já viu algo que não estava realmente lá? Ouviu alguém chamar seu nome em uma casa vazia? Sentiu que havia alguém atrás de você e se virou para encontrar nada? As alucinações não pertencem inteiramente ao campo da loucura. Frequentemente, estão ligadas a privações sensoriais, doenças ou lesões. Podem ser provocadas por uma simples febre ou até mesmo pelos prosaicos atos de despertar e adormecer, em imagens que vão de manchas coloridas a belos rostos ou monstros terríveis. Em alguns casos, as alucinações levam a epifanias religiosas ou até mesmo à sensação de se deixar o próprio corpo. Por milhares de anos essas visões intrigaram e seduziram a humanidade, e não foram poucos os que usaram compostos alucinógenos para alcançá-las. Como um jovem médico na Califórnia da década de 1960, o interesse de Oliver Sacks por psicodélicos era tão profissional quanto pessoal. Foi essa inquietação que o lançou em uma investigação sobre as variações e os desdobramentos da experiência com as drogas. Em A mente assombrada, Sacks entrelaça histórias de seus pacientes com as próprias experiências para mostrar o que as alucinações nos dizem sobre a organização e a estrutura de nosso cérebro, como elas influenciaram a cultura, o folclore e a arte. Em suma, como o potencial para a alucinação que reside em todos nós é parte vital da condição humana.

Oliver Sacks nos adentra en los entresijos de la mente humana con la fascinante maestría a la que nos tiene acostrumbadros. No vemos con los ojos, sino con el cerebro; de ahí que muchas veces veamos cosas que no están delante de nosotros, cosas que a veces llamamos apariciones, fantasmas o visiones, conceptos, todos ellos, que obedecen al término genérico de «alucinaciones». Pero las alucinaciones no son sólo visuales. Como nos explica Oliver Sacks en su nuevo y fascinante libro, las alucinaciones también pueden ser olfativas o auditivas. Cuántas veces hemos «oído» que alguien nos llamaba y al volvernos no había nadie; o hemos experimentado un olor cuya presencia es físicamente imposible; o hemos creído que alguien nos seguía; o hemos «visto» algo que la razón nos dice que no pertenece a nuestro mundo. Asociadas en la mentalidad popular con la locura, las alucinaciones obedecen muchas veces a un simple problema neurológico con nombre y apellido, y tienen más que ver con la privación sensorial, la ebriedad, la enfermedad o algún tipo de lesión. Quienes padecen migrañas pueden ver arcos de luz o figuras liliputienses. La gente que pierde la vista puede compensar su carencia con un rico mundo visual alucinatorio, e incluso el simple hecho de dormirnos o despertarnos puede causar que el mundo onírico y el real se fusionen en una imaginería imposible. Gran parte de nuestra fantasía popular y nuestro folklore se basa en las alucinaciones, sin las cuales no podemos comprender figuras como los ángeles, las brujas y los alienígenas, ni tampoco algunas obras de autores tan conocidos como Dostoievski, Evelyn Waugh, August Strindberg o Amy Tan, víctimas todos ellos de alucinaciones en algún momento de su vida. Pero las alucinaciones no son fenómenos negativos sino positivos, y constituyen, de hecho, una de las mejores ventanas que poseemos para asomarnos a la complejidad de los circuitos cerebrales y a la forma en que éstos nos muestran la realidad o, a veces, crean la suya propia. Oliver Sacks vuelve a hacer gala de su singular talento como narrador, su sentido del humor y su inmensa cultura para plantear cuestiones que ponen en entredicho nuestra percepción del mundo y, muchas veces, nuestra propia identidad. Desde las visiones religiosas y su explicación fisiológica hasta el uso de drogas psicodélicas como puerta a una percepción interior que los sentidos nos niegan, los relatos del doctor Sacks van más allá del mero historial médico y constituyen una auténtica historia cultural de la percepción, un estudio antropológico de una supuesta anormalidad que no es, en el fondo, más que el reverso de lo que normalmente conocemos como realidad.

Due viaggi in Micronesia dischiudono a Sacks una prospettiva sconfinata di orrori, meraviglie e misteri: la cecità cromatica completa ed ereditaria che si manifesta a Pingelap e Pohnpei, in una terra che è un tripudio di colori; il devastante e inspiegato lytico-bodig, che colpisce con una sorta di paralisi progressiva solo certi abitanti dell’isola di Guam, e solo quelli nati in certi anni. Sacks ci racconta questi suoi viaggi passo per passo – o meglio salto per salto dei minuscoli aerei che lo trasportano come cavallette da un’isola all’altra. Ed è come se un Melville neuro-botanico ci riconducesse alle Encantadas per metterci di fronte, con partecipazione profonda e magistrale arte narrativa, all’indecifrato rapporto fra la mente e la natura che ci circonda e di cui siamo fatti.

Neurologia e letteratura hanno reso celebre Oliver Sacks, ma non sono i suoi unici amori. Le opere dei naturalisti dell''Ottou00adcento, che sapevano fondere entusiasmo scientifico, senso dell''avventura e spirito di osservazione, sono un''altra delle sue passioni: una passione – verrebbe da pensare – irrevocabilmente relegata nel passato dall''Accademia contemporanea. Invece Sacks ha saputo trovare un''isola di affinità, di au00admicizia intellettuale e di genuina e disinteressata erudizione riscoprendo il suo interesse infantile per le piante più antiche al mondo – le felci – e frequentando regolarmente le riunioni dell''associazione che se ne occupa, la American Fern Society. Non stupisce dunque che nel 2000, insieme a una trentina di altri pteridologi più o meno dilettanti, sia partito per una spedizione scientifica informale nella regione in cui sopravvive la più alta concentrazione mondiale di specie di felci – lo Stato di Oaxaca, in Messico – e che abbia tenuto un diario di quei dieci giorni di viaggio. La curiosità debordante, l''acume disinvolto e le capacità associative di Sacks hanno poi fatto il resto: lungi dal limitarsi alla tassonomia botanica, il suo sguardo spazia con levità dall''osservazione del passeggio nello zócalo di Oaxaca de Juárez alla storia del tabacco e del cacao, dalla distillazione del mezcal all''architettura antisismica degli Zapotechi, dall''astronomia precolombiana alle spirali logaritmiche presenti in natura, dalle esplorazioni gastronomiche di bevande al cocco e cavallette al legame fra arte rupestre e allucinogeni esotici. «La prima musa di Sacks è la meraviglia per la molteplicità dell''universo» scrisse Pietro Citati a proposito dell''"Uomo che scambiò sua moglie per un cappello" – e chiunque leggerà queste pagine deliziosamente divaganti non pou00adtrà che confermare il suo giudizio.

Oliver Sacks, nazývaný „dvorní básník medicíny“, ve své další významné knize s názvem Musicophilia pátrá po místě, které hudba obývá v našem mozku, a po tom, jak ovlivňuje náš psychický i fyzický stav. Stejně jako ve svých dřívějších textech se i zde významný neurolog pokouší porozumět zkušenostem lidí, kteří vykazují různé neurologické odlišnosti, v tomto případě je to specifické vnímání a přijímání hudby. Zabývá se těmi, které hudba, ať již její poslech nebo aktivní provozování, nejen obohatila a potěšila, ale doslova zázračně vrátila zpět do života. Dočteme se tak o chirurgovi, který po zasažení bleskem náhle začne být posedlý hrou Chopina; o amnesiakovi, jehož paměť trvá pouhých sedm vteřin pro vše vyjma hudby; o dětech s Williamsovým syndromem, které hudbou doslova žijí; dozvíme se o tom, jak hudba dokáže rozhýbat jinak „ztuhlé“ parkinsoniky, vkládá slova do úst těm, kteří prodělali mozkovou příhodu a jinak nemluví; přiblíží nám život lidí s „amúzií“, kterým zní symfonie jako řinčení hrnců a pánviček, atp. Svým skromným a erudovaným přístupem Oliver Sacks úspěšně propojuje suchý jazyk neurovědy plný faktů se skutečnými osobními příběhy svých pacientů, a umožňuje tak i naprostým laikům přemýšlet o mozku a jeho funkcích ve zcela novém světle. Při pokusu poodhalit jeden z těch nejúžasnějších a nejméně prozkoumaných biochemických procesů, na kterých je závislý svět, v němž žijeme, se tak přibližuje odpovědi na otázku: Proč se v nitru mozku kombinuje tón, rytmus a melodie do fenoménu, který nazýváme hudba? Hudba umí být inspirující. Povznáší nás a ukazuje nám hloubku emocí – a může také sloužit jako náš nejlepší lék k definování toho, čím jsme.

Les livres précédents d''Oliver Sacks nous ont montré l''originalité de sa démarche : aborder des maladies ou des affections comme autant de " mondes " particuliers, autant de modes d''existence et de conscience spécifiques. C''est à un voyage dans le monde des sourds qu''il nous convie cette fois-ci, en nous racontant, tout d''abord l''histoire de ce monde. La difficulté pour les sourds d''entrer dans le langage les a longtemps fait considérer comme intellectuellement inférieurs – jusqu''au jour où l''abbé de l''Épée, au XVIIIe siècle, à Paris, les écouta, c''est-à-dire observa la langue des signes qu''ils pratiquaient déjà entre eux et, à partir d''elle, mit au point un système gestuel de communication. L''accès des sourds à la culture et à la dignité s''est donc fait en France – les noms de Condillac, Desloges, Massieu, Sicard, laurent Clerc en témoignent. Puis cette histoire s''est poursuivie dans le monde entier, jusqu''à la fondation de Gallaudet, aux États-Unis, la première université réservée aux sourds. Mais ce livre est plus qu''une histoire. Il montre également ce que la surdité peut nous apprendre à tous, sourds ou entendants, sur notre condition d''êtres parlants. Car le langage est plus que sa simple expression vocale ; comme l''a montré Chomsky, il repose sur des " structures profondes " innées, qui peuvent s''actualiser chez les sourds comme chez les entendants. Ce que les sourds donnent ainsi à voir, à qui les écoute, c''est bel et bien une autre façon, aussi riche que celle des entendants, de pratiquer le langage – une autre manière d''être humain.

Oliver Sacks a toujours exploré la richesse inédite de l''expérience humaine à travers des récits de cas. C''est avec la même curiosité et le même désir de comprendre qu''il se penche dans ce livre sur l''enfant qu''il a été, et la passion qu''il a éprouvée pour la chimie. Il évoque son enfance dans l''Angleterre de la guerre, au sein d''une famille de scientifiques, et sa fascination précoce pour les métaux. Puis ce sont les années de pensionnat, sans bonheur, mais où se développe le goût de l''exploration intellectuelle qui devait marquer sa vie entière. Enfin le retour à Londres, où l''enfant, privé d''affection, trouvera un réconfort dans le jardin secret de la chimie, qui lui parle des métaux, des gaz, des éléments, de la matière et de l''ordre caché des choses. Oncle Tungstène raconte l''histoire d''un enchantement et la façon dont il a façonné une vie : la science est unie à l''enfance par un lieu essentiel - elle en tire sa profondeur humaine et sa poésie.

Oliver Sacks décrit dans ce livre les affections les plus bizarres, celles qui atteignent un homme non seulement dans son corps, mais dans sa personnalité la plus intime et dans l''image qu''il a de lui même.

A música é uma das experiências humanas mais assombrosas e inesquecíveis, e este livro do neurologista e escritor Oliver Sacks nos faz entender por quê. A exemplo de seus livros anteriores, entre os quais se destacam Tempo de despertar e O homem que confundiu sua mulher com um chapéu, Sacks nos oferece aqui histórias musicais cheias de drama e compaixão humana envolvendo pessoas comuns ou portadoras de distúrbios neuroperceptivos. O que se passa com o cérebro humano ao fazer ou ouvir música? Onde exatamente reside o enorme poder, muitas vezes indomável, que a música exerce sobre nós? Essas são algumas das questões que Oliver Sacks explora, em seu estilo cativante, nesta admirável coletânea de casos, mostrando, por exemplo, como a música pode nos induzir a estados emocionais que de outra maneira seriam ignorados por nossa mente ou ainda evocar memórias supostamente perdidas nos meandros do cérebro. É impossível não se impressionar com a história do médico que experimenta, depois de atingido por um raio, uma irresistível compulsão por música de piano, a ponto de se tornar ele mesmo um pianista. Ou com os casos de "amusia", uma condição clínica que faz Mozart soar como uma trombada automobilística aos ouvidos da pessoa afetada. Sem contar as histórias de gente afetada dia e noite por alucinações musicais incessantes. O estudo de casos surpreendentes de pessoas com distúrbios neurológicos ou perceptivos ligados à música reitera a crença de Sacks em uma medicina que humaniza o paciente e tenta, junto com a abordagem clínica, integrar as dimensões psicológica, moral e espiritual tanto das afecções quanto de seu tratamento. "As histórias de Oliver Sacks são tão irresistíveis que servem como extraordinárias metáforas não só do estado atual da medicina como também da condição do homem moderno." - New York Magazine